martes, 10 de noviembre de 2009

Acerca de la nacionalidad de Evarista

Síntesis de la tesis doctoral presentada por Lorena Vazquez el 7 de Octubre de 1976. Universidad de Cambridge, Inglaterra.

Si bien es mucho lo que se ha dicho respecto a la nacionalidad de Evarista Farjivich, sólo tres hipótesis sobreviven hoy día a las distintas revisiones de las que fueron objeto.
Por un lado, José Luis Romero (1) sostiene la tesis según la cual, Evarista sería judía de procedencia israelí. El Fundamento central es el supuesto fenotipo sefardí que se vislumbra en los perfiles de la artista (ver foto Nº 1)


Además de la repetición de los mismos patrones o planchas en una verdadera demostración de ahorro, típico de esta colectividad.


Con el ser-israelí como punto de partida, Romero logra explicar las conocidas estadías en distintos países de Evarista a partir del estereotipo del judío viajero:

“Evarista es un caso paradigmático del éxodo israelí. Históricamente, el judío es culo inquieto y, en este sentido, son como muy librianos: a ellos les gusta la libertad, ir de un lado al otro…”

Aún cuando es Félix Luna el primero en cuestionar esta hipótesis aduciendo que, de ser israelí, tendría que haber hecho el servicio militar (2), será Felipe Pigna quien dilapide la tesis al demostrar que el perfil utilizado por Romero no es el de Eva porque, según el historiador, si fuera ella, además de ser sefardí, sería flor de escracho (3). Asimismo, el historiador argentino, no deja lugar a dudas acerca del origen español de la artista y suma adeptos tras la dramatización entre castañuelas en algo habrán hecho.

Veinte años tardaron en superar las secuelas de tamaña dramatización y sería Luis Alberto Romero (4), en un intento desesperado por demostrar que posee ideas propias, quien propone que Evarista era, en realidad, argentina. Después de descubrir las cortas vacaciones de la artista en Mardel, al historiador no le cabe duda que era porteña:
“A menos que durante un fin de semana largo la artista haya creído que la ciudad feliz era la tierra prometida y se haya bronceado en las playas de La Perla de puro sionista que era.”

En cambio, estudios recientes confirman que el conflicto acerca de la nacionalidad de la inconmensurable artista Evarista Farjivich es producto de la confusión de los críticos de la época. Aunque es cierto que estuvo en kibutz, Israel, su estadía duró lo que se tarda en cultivar diversas hortalizas – práctica que serviría de inspiración para su período aqcuacento-.
Es en Sombras, tal vez su obra más irónica, donde tematiza la escisión de su personalidad.


En este grabado, la clave está en el uso del color, no tanto por el simbolismo que encierra –el naranja no significa nada- sino más bien porque remite a la fruta tradicional de su querido Paraguay.
Recordemos que no fue hasta el 1800 que colocaron la pirámide separatista de la triple frontera, poniendo fin a las guerras en esa zona. Hasta entonces, los límites no eran precisos y no sorprende que se confundiera una nativa originaria de Ciudad del Este con alguien nacido en Puerto Iguazú.
Con esto se podría explicar su fluido guaraní además de su verdadero nombre -evarí- que en guaraní medieval significa Banco rústico de madera (5).

1- Romero, José Luis. Sedentarismo occidental vs. nomadismo judío. Cáp. I: Mito o realidad: la aventura judía y otros desmanes.
2- Félix Luna. El servicio militar israelí. Cáp. II: ¿Querían igualdad sexual?
3- Pigna, Felipe. ¿Qué hacer beodo un sábado a las 4 de la mañana? El fiasco farji. Pigna retoma la hipótesis de S. Hawking en su London zoo guide al sostener que con esa caripela sería prácticamente imposible conseguir novio.
4.- Romero, Luis Alberto. Mi propia idea.
5.- Lorena Vazquez. ¿Aventura judía o tráfico de electrodomésticos en la triple frontera?